martes, agosto 28, 2007

Que no se corte (primer paso)

Amiguetes... no, no es buena manera de saludar... una vez usé uno... más o menos así... HOLAAAAAAAAAAAAA, ENFERMERAAAAAA!!!!!!!!!
Animaniacs, que grosso dibujito animado que por alguna extraña razón quedó relegado al canal Boomerang, que nos golpea devuelta con la bolsa de recuerdos que atesoramos como únicos momentos de alegría posible, amuchándonos con la generación a la que le criticábamos que todo tiempo pasado no era mejor, pero que terminamos aceptando el propio camino como el único.
Digo, el primer paso para lograr algo es empezar. Ese empezar puede tener una fuerza inicial tan grande que te lleva a alcanzar tu cometido en horas, días, semanas o meses, aquello que lleva tal vez años. Algunas personas empiezan con ímpetu campañas liberadoras, campañas de juegos de rol épicas, las vacaciones perfectas. Gente con el poder de decir "Nos vamos a Las Toninas", y para allá que lleva a la familia al balneario veraniego con la decisión de un toro al embestir. Por otro lado, hay quienes, humildemente, nos tomamos un tiempo más. Sabemos tomarnos el tiempo de administrar nuestro ímpetu en cuotas mensuales, bimensuales, trimestralas, incluso anuales. En el más objetivo mirar de los resultados, debo confesar, me tomé dos años para la escritura de un largometraje. Dos años. Hace dos años, a esta altura, estaba en medio de una crisis personal en la que trataba de entender que era lo que podía hacer con mi vida, en caso de seguir viviéndola de la manera en la que la vivía. Hace dos años, un amigo mío (one of those who you can actualy call in the middle of the night an say "Can I come over your place?", and they say "Yeah, buddy" back at you. Is that can of person that have a kind of a warming breez on they breath.) me prestó los 50 pesos del presupuesto total de 100 que costó hacer el primer cortometraje de Grupete Matete, “Los Abuelos”. Otra cosa para comentarles, es el hecho de que Grupete Matete es un concepto creado por Pablo Héctor Conrad, que diferenciaba a dos grupos durante un período de nuestra adolescencia: La Barra Copada, o aquellos que creían saber todo lo que la vida tenía para ofrecer, y el Grupete Matete, o sea nosotros dos, que desde que nos habíamos alejado de la Barra Copada, nuestras vidas habían mejorado considerablemente. Y que de eso se trata esto. Tras dos años (que incluyeron varias crisis personales, epifanías etílicas, epifanías espirituales, epifanías lisérgicas, epifanías espirituosas, promesas hechas y deshechas, un creciente amor personal y un decreciente ego), hoy registré el guión del largo que tengo pensado filmar. Dato curioso del guión 1: uno de los personajes se llamó Pablo Araya desde la primera versión. Dos años después, ese mismo personaje lo interpreta Pablo Araya, un chico que conocí mucho después de empezar a escribir el largo. El largo. Me cuesta darme cuenta que lo escribí. No puedo, ni voy a, evitar mostrar una increíble alegría por este momento de mi vida. En un principio se llamaba “Los Patéticos”, la historia era parecida a la de ahora, pero había mucha más crudeza. Todos estaban bastante mal cogidos, salvo el personaje de Javier, que siempre se mantuvo igual. Los personajes mantienen una estructura básica desde el principio. Ariel y Darío son iguales en su base (repetición de discurso, “asegurar” su vida formando una familia), pero son incapaces de lidiar con la verdad de frente. Frente a ellos, los otros componentes son Javier y Pablo, que se toman la vida con más frontalidad y humor. El tono final se lo dan María Ángeles y Cristina, las chicas del grupo, dos bombas de tiempo a punto de estallar, pero sensibles y cariñosas. Todo eso, dentro de mi cabeza, durante dos años… y ya salió afuera. Dato curioso del guión 2. siempre mantuvo el mismo principio y el mismo final. Ahora amiguitos, como ya dije una vez, es hora de darle de comer al monstruo. Es hora de engordarlo, de sacrificar sangre sudor y lágrimas en pos de que crezca sano y fuerte. Y, como todo padre espera de su hijo, que me haga orgulloso. Entonces, por ahora, todo esto. La idea básica de todo esto es… que no se corte.