lunes, julio 03, 2006

SOMA

De chico se aprenden muchas cosas. Que el agua moja, que te abran la gaseosa delante tuyo, no hablar con extraños y, por default, que la droga es mala. Nunca especifican porque, ni la Escuela, ni la Religión, ni el Estado, ni la Familia. Simplemente “es mala”, “hace mal”. Después, con el tiempo, vas advirtiendo cosas que difieren de las versiones impuestas por el Estado y la Familia. Y es la diferencia sustancial entre la droga legal y la ilegal. La droga ilegal – marihuana, cocaína, pastillas – es la que droga que eventualmente utilizan los roqueros o los artistas para, ellos dicen, ampliar horizontes o simplemente para armar la de Dios, como uno pasa a enterarse después. Cuando una persona deja esas drogas dice haber dejado el Infierno. Entonces me planteo la siguiente pregunta: ¿es el infierno porque ellos lo creen así, o por que así se lo dijeron en la estancia de rehabilitación? (rehabilitación: volver a ser hábil, vaya a saber para que) Entonces ya no más drogas, piensa uno en su inocencia. Error, ahora el cielo es patrocinado por las drogas que las Corporaciones Farmacéuticas hacen. El tratamiento de rehabilitación consta, según de lo que una persona quiere rehabilitarse, de sesiones de tratamiento con diversas pastillas, producidas por compañas productoras de medicamentos, que suplantan la necesidad de la droga que se quiera eliminar por la nueva droga, y luego se elimina el deseo – técnicamente. ¿Conviene entonces legalizar las decisiones personales, dejando que cada individuo decida que hacer con su vida?¿O es mejor decir que tal o cual droga es mala y que por eso hay que dejarla, tratando “el mal” con las drogas de las corporaciones? Un gran anuncio anda dando vueltas por las calles. “Ayuda a tu memoria” dice su slogan. Es un chiste de mal gusto dentro de un país que se caracteriza por, justamente, su falta de memoria. Pero esta pastilla milagrosa que ayuda a la memoria – de venta libre en farmacias – este elixir, es solo uno de los ejemplos que se pueden citar. La misma droga que dejo afuera a Maradona del mundial ’94 es de venta libre, sale 10 pesos la caja con dos tabletas de diez grageas, y también es publicitada en la vía pública en grandes carteles verdes y en contra del resfrío. A un nivel más personal, recuerdo como una señora una vez me dijo que le preocupaba el tema de la droga, y años después su hija trató de suicidarse con pastillas para dormir vencidas que eran propiedad de esta señora. Pero estas drogas pueden estar dentro de una casa, está bien que así sea. Y hete aquí la presencia de lo macabro de nuestro hermoso Estado. Que una persona compre las pastillas conciliadoras de sueño de la empresa alemana líder en medicamentos está bien. Que una persona fume marihuana porque le gusta está mal. Lo raro es que ninguna de estas drogas cura nada. Es más, las dos son nocivas, salvo que las pastillas son más adictivas y pueden matarte por sobre dosis. Si las empresas farmacéuticas pudieran producir marihuana a grandes escalas y venderla en negocios, ¿dudarían un segundo que las podrían comprar en Farmacity?

No hay comentarios.: