martes, julio 10, 2007

The Snowball effect

El mundo cae de la mano de Kane, se agita en el aire, por un segundo, la nieve se mueve dentro de la esfera, revive la imagen interior...
Buenos Aires, lunes 9 de julio del 2007 D.C., día de la Declaración de Independencia Argentina, el de este año, el de este día en particular, será recordado por futuras generaciones como el día que nevó en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires. Copos de nieve cayeron durante todo el día, en un día único en siglos. La gente salió con alegría inocente a descubrir la nieve. Para muchos, incluyendome, era la primera vez en la vida que veían nevar. Blancanieves y los siete enanitos cobra una nueva dimensión en mis ojos. El espectáculo es hermoso. Los niños juegan a agarrar los copos en el aire, y corren a mostrarselo a las madres. Llegan derretidos, causa única para que los mocosos se desbanden a buscar otros cautivos en sus manos. La gente le saca fotos a la nieve, se saca fotos con la nieve cayendo, filma la nieve cayendo, se filma con la nieve cayendo. Abundan los chistes sobre la ola polar, el frío, el abuelo que velaron de prepo porque tomó temperatura ambiente, la frase "'ta fresco pa' chomba" para unos, la frase "'ta fresco pa' tampón y bincha" para otros. Excitación inusual para un día feriado. Hiperactividad callejera, la gente corre a vivir el fenómeno. Se saturan las páginas de Internet con información sobre la nieve, anécdotas en la nieve, enanos en la nieve, videos en la nieve, mierda en la nieve…
La esfera de nieve gira por última vez, y se estrella contra el cielo. Las muñecas pierden su magia, y los objetos, el sentido. La realidad da una bofetada amarga. La conciencia, la estúpida conciencia. El fenómeno no puede ser más que aterrador. Está nevando en Buenos Aires, y no hay nada que festejar. Señores, tengan ante ustedes la prueba empírica de los efectos del calentamiento global. Coca Cola nos enseñó que la nieve trae a Papá Noel, osos con bufanda roja, todas cosas lindas, buen rollo. Pero, viéndolo desde un punto de vista un tanto más real, la tierra nos está mandando el mensaje. Y es muy claro. ENFRIEMOS EL PLANETA YA!!! Por favor, si estás leyendo estas líneas, ya sea fruto de la casualidad, consideralo buen karma, buen rollo, o lo que sea, pero tomá conciencia de tus acciones sobre el planeta. Buenos Aires no es una ciudad sucia, nosotros somos unos sucios que tiramos la basura en cualquier lado. Toleramos vivir con el riachuelo, nuestro centro exclusivo de contagio, propagación y generación de enfermedades, dando la bienvenida por la zona sur de la Capital. Somos el desagüe de las Industrias que contaminan tanto en Provincia de Buenos Aires, con los gases tóxicos que emanan sus fábricas, y la Ciudad de Buenos Aires con los residuos tóxicos que vierten en las aguas. Creemos que solo alcanza con cerrar las fosas nasales cuando pasamos cerca. Pero no es suficiente. Nuestra Basura da vueltas por el mundo, no la tratamos, no separamos la basura, no reciclamos. No esperes que te enseñen a reciclar, ¡recicla ya! Separa el papel, la basura orgánica, las latas y los plásticos. Usa envases retornables. Tomá refrescos que vengan en envase de vidrio. Evita consumir cosas en envases plásticos. En tu trabajo exigí el reciclaje del papel, sobre todo si trabajas en oficinas. El papel es blanco porque se utiliza cloro para que quede de ese color. Que se vea lindo le cuesta recursos a todos lo habitantes de la Argentina y el mundo. Exijamos que se deje de blanquear el papel, cambiemos nuestra conciencia, nuestra forma de ver el mundo. Como tratas al mundo hoy, le asegura a futuras generaciones que van a tener un lugar sano donde crecer, con recursos… la nieve… de eso se trataba la hostia… de que no está para nada bien que nieve en Buenos Aires. Y que tenemos que aprender a ver que la tierra se está agitando, y no sabemos cuando nos la vamos a dar contra el suelo.

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