lunes, marzo 13, 2006

Un viaje que termina en esta foto y otro que empiza ahí mismo. Es increible, las veces en que nos permitímos el placer de la incredulidad, que tanto pase en una sola foto, de una sola persona. Ella es una amiga, que hace una semana empezó una vida distinta, y me siento orgullosos de haber sido parte en ese principio. Cuando ella volvío hacia su mDq, yo partía hacía lo que me gustaría conciderar el primer viaje del resto de mi vida... ¿nucho drama? Mi cerebro despertó honesto esta mañana, perseguí a mi mujer a los besos por calles que en Buenos Aires me darían miedo, hablo con gente extráña con la que no se si hablaría en otra situación. Hoy vencí un miedo y exibí mi corto ante una audiencia que "sabe" como mirar una película, y le fué bien. Hubo aplauso, hubo risas... pero para no mentirme a mi, por el tema del problemita de mi cerebro auto proclamado honesto, la única que dijo algo fue una chica que se llama Rosario, y que por los cortos que ví de ella y que me gustaron muchísimo, era alguien a los que sabía que le iba a gustar. Y ahí estoy yo de nuevo, pensando en que le gusta por compromiso. Mi cerebro tiene una unidad independiente que cuenta con una importante red de autodestrucción masiva de la personalidad. No puedo aceptar que le guste a la gente, no puedo haceptar que no le guste a la gente. Algún día me pondré ser humano, y tal vez muera ahí mismo.

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