martes, junio 26, 2007

Another day in Paradise

Otra día más para perderce dentro de mi cabeza. You know, hace un rato tenía una fantástica idea, hace un rato para vos vendría a ser nada, porque lo lees después de sabra Dios cuanto tiempo después, pero por ahora no viene al caso. El caso es que tenía una idea para escribir algún tipo de discerción bizarra de las que se me ocurren a mi. Situación A: - No daba para ir al baño. No había papel higiénico, no tenía carilinas... - ¿Pero vos no revisas los baños para encontrar papel? - No, este es el baño de alguien que no conozco. - ¿Que tiene que ver? - Es el baño de un hombre soltero, ya los conozco. - ¿Y que te podés encontrar? - Nada, son un quilombo, no da. - ¿Y que haces en los baños de gente que conoces cuando no hay papel? - Nada, uso el videt. - ¿En casa no buscas papel? - Si, está a la vista. - ¿Pero en casa no usas el videt? - No -¿Cómo que no usas el videt? Digo, hace mucho que no tengo un día como hoy para escribir cosas como que el ascento y la letra "D" son las mismas en este teclado. Tecnología. Nescecidad falsa del sistema. La consumo con mucho gusto, Su Señoría. Digamos, hay cosas del futuro que son particularmente cómodas. Siendo por un segundo partidario de la descentralización humana - entiendo la descentralización humana como el fenómeno actual que preocupa a tantísima gente, que básicamente se trata de la técnicamente falta de comunicación entre la gente a causa de las nuevas tecnologías, en la era en la que la tecnología puede hacer que dos personas en puntos remotos del planeta pueda verse y hablarse gratuitamente por internet, y que a su vez, por una extraña razón, preocupa a expertos y heruditos el tema del mensaje de texto, los juegos en red y las salas de chat. Recapitulo del flash anterior. Me quedo con la parte que venía a cuento, mi gusto por ciertas cosas del futuro, hoy. Tengo mi palm, con un teclado portátil. Al lado un reproductor de MP4, cargado con alrededor de quince discos. Ahora suena una seción de Sander Van Door. En la misma habitación que yo, Sebastián lucha contra una computadora que no acepta su placa de video. Sebastián lucha contra la tecnología, yo soy feliz con ella. Todo en el mismo espacio. Los dos tenemos, además, serias intenciones de ignorarnos mutuamente. Este fue un acuerdo mutuo. Perdón, ya vuelvo... me acabo de acordar de que quería escribir orta cosa. Era una posición tomada sobre algo, un refrán o algo así, con Dios de por medio, creo, pero no era lo de "Dios y la Patría se lo demanden", era otra cosa.

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