miércoles, febrero 23, 2005

Besos Brujos

Nivo Albe me había dado sus escritos. Había leído uno sobre el beso sucesor de besos. Lo habíamos comentado en varias oportunidades, y habría quedado como una de las tantas charlas etílico filosóficas que andan dando vueltas por los bares del mundo.
Pero la idea volvió a mi hace poco, y reflexioné sobre estos escritos y otros más del señor Nivo. La teoría del beso sucesor de besos era mas o menos la siguiente: hay besos que desde que se dan, se anuncian como el primero de una cadena de besos que se daran despues; a su vez hay besos que al darse, sin anuncirse pero dandose a entender, avisan que son los únicos y que ahí se acaba la broma. Por otro lado me puse a pensar que el beso sucesor de besos, a su vez, tiene una cadencia.
Entonces, el primer beso de la sucesion tiende a ser largo, tierno y apasionado o largo, caliente y apasionado, pero siempre es largo y apasionado. A medida que el tiempo transcurre, el beso comienza a ser más corto y delicado, subiendo cada tanto en duración o intencidad, pero no más allá que el primero. Para llegar al alcance del primero hace falta que el cuerpo tenga los influjos de una bebida esprituosa, una planta alegradora o cosas por el estilo. Los movimientos danzantes de lengua pasan a ser reemplazados por una lenguatazo reptiloide que pide sol, un abrazo prolongado o cualquier otra cosa, menos esa intencidad del primer beso. En una pelicula de Cris Rock, el decía en un monologo cómico que el primer beso es el que importa, el resto son como confirmaciones del primero, pero son casi innecesarias. A esto agrego que entonces, el primer beso debe ser lo suficientemente claro como para dejar por sobreentendido que este beso se da porque tiene que ser dado así y no de otra manera. Si se da otro tipo de beso, luego, la relación que se produzca no puede ser más que efímera y no necesariamente recordada. O si, pero solo de vez en cuando.
En conclusión, el beso que se quiere dar para iniciar una relación debe ser firme, largo, apasionado, tierno en un momento, caliente en otro, dulce, convincente y cariñoso. El otro, por el contrario puede ser guarro, sucio, largo, humedo, lenguado y con manotazo a la entrepierna si se quiere.
Recuerden, yo opino, usted puede opinar tambien...
DoGo

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